Pelagio
Monje
británico del año 354 Estudió teología, hablaba griego y latín; de quien según
se decía, por quienes lo conocían era santo, cristiano y alabado como hombre
bueno; predicador popular en Roma, y maestro de asceticismo cristiano.
(401-409 d.C). Era un hombre austero que, por sus victorias sobre el pecado exalto indebidamente el poder de la libertad del ser humano.
(401-409 d.C). Era un hombre austero que, por sus victorias sobre el pecado exalto indebidamente el poder de la libertad del ser humano.
Se preocupaba, porque la sociedad estaba entrando en un relajamiento; según él, culpa de una
enseñanza de san Agustín de Hipona, y era un problema que debía solucionarse. Escribió cartas de consejo ascético, y escribió la
justificación “por medio de la fe solamente”. sus enseñanzas toman el nombre de Pelagianismo.
LA
HEREJIA DEL LIBRE ALBEDRIO
Julián
de Eclanum discípulo de Pelagio, Declara que “por su libre albedrio el hombre
se emancipa de Dios” declaración que es la clave del pelagianismo, el cual es
moralismo racionalizado. El hombre creado con libre albedrio, no tiene ya nada
que ver con Dios, sino consigo mismo; Dios hace su reentrada solamente en el
juicio final.
El albedrio
del hombre, está suficientemente capacitado para obtener la salvación,
perseverar en la virtud y merecer así la vida eterna sin necesidad de la gracia
divina.
El pecado
se lleva a cabo por imitación; lo cual hacia, que el hombre tuviera libertad o
libre albedrio.
Afirma
que Dios demandaba, nada imposible, y que cualquiera podría vivir libre del
pecado que quisiera.
Enseña la suficiencia de la naturaleza humana como creada por Dios.
La voluntad
del hombre, es siempre libre para escoger, lo bueno o lo malo.
Ni la
caída de Adán, ni los hábitos de la vida del hombre, afectan la independencia
absoluta de la voluntad.
La naturaleza
humana, ni tiene una inclinación hacia el mal, heredada.
Pelagio no sabía
nada de la redención; por lo cual no admite que la imagen de Dios, exenta de todo pecado,
no sea recibida en el reino de los cielos.
NEGACION
DE LA GRACIA DIVINA
Llego
a admitir una gracia de iluminación de la mente, ósea que, la gracia es iluminación de la razón; y negar
una gracia de capacitación de la voluntad.
Negaban
la necesidad de la gracia interna, para guardar los mandamientos de Dios. La gracia no me salva, solo me hace consciente, de que puedo pecar.
Pelagio
le llama gracia suprema de la creación, a la naturaleza humana que fue creada
buena; y fue dotada por su creador, con poder, para vivir rectamente la vida, si
el hombre quería hacerlo. lo cual da a entender que muchos Paganos y Judíos
vivieron una vida perfecta; además que había una gracia adicional de Dios, en su
provisión de iluminación de la ley y el
ejemplo de Cristo osea que La ley y el evangelio, tienen la capacidad de llevar a la persona a la salvación.
NO
EXISTE EL PECADO ORIGINAL
Expone
que el pecado de Adán; es solamente pecado de Adán y no tuvo consecuencia para
sus descendientes, es decir:
Los hombres
no heredan, o no tienen pecado trasmitido por generación; ósea que nacen limpios
y Los niños recién nacidos están en el mismo estado de Adán, antes del pecado, ósea
nacen libres del pecado original; basado en las epístolas del Apostol Pablo (Romanos 5:12
Por tanto, como el
pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.) declarando que: “el pecado de Adán perjudico aun a
los que no pecan; la justicia de cristo aprovechó a los que no creen; pues, San
Pablo asegura, que es más copiosa la salvación que nos vino por uno; que la
perdida causada, también por uno” y dicho en palabras de san Agustín de
la siguiente manera; “si el pecado de Adán, daña también a los que no pecan, la
justicia de cristo aprovecha a los que no creen”.
Toda
la raza humana, no muere atreves del pecado de Adán; ni resucita atreves de la resurrección
de cristo.
Si el
alma no procede por transmisión, sino solo el cuerpo, este solamente heredara
el pecado, y merecerá el castigo; y sería una injusticia que hoy un alma, que no
proviene de la masa de Adán, arrastre consigo un pecado tan antiguo y ajeno.
Nuestros
primeros padres, eran ya mortales, antes de cometer el pecado de desobediencia al
mandato de Dios (Gn 2:17). Lo cual fue un mal ejemplo, para su posterioridad, pero
le daño a ellos solos; no a sus descendientes.
No puede
admitirse de ningún modo, que Dios, que perdona los pecados propios, impute los
ajenos.
EL
BAUTISMO PARA ARREPENTIMIENTO
San Agustín
afirma que; los escritos, Pelagio no los hace en nombre propio, sino en la
persona de otros; a quienes llama “enemigos de la transmisión del pecado original
(Pecado que fue inicialmente negado por Caelestius, discípulo de Pelagio).” sabiendo
que es una incalificable novedad, que comenzó a propalarse frente a la creencia recibida
en la Iglesia, por lo cual él no la hace suya, por vergüenza o por temor. Lo que hace parecer, que él mismo no tenía estos sentimientos, ni creía que:
-El hombre
nace inocente.
-Que sin pecado, se condene al hombre (si no ha
recibido el bautismo, hay que colocarlo entre los que no creen) pues muy
claramente el evangelio dice que, él que no cree se condenará (Juan 3:18 (RVR1960) El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el
nombre del unigénito Hijo de Dios).
-Admite la necesidad del bautismo, para el perdón de pecados personales, pero no el pecado original, ya que no existe; por eso, no es necesario bautizar a los niños, hasta que hayan llegado al uso de la razón, y hayan cometido pecados personales. Como lo dice la escritura (Juan 3:5 (RVR1960) Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.)
Además, decía que si, el bautismo borra aquel antiguo pecado, los que hayan nacido de
padres cristianos, deberán carecer de él, pues no pudieron trasmitir a los hijos, lo que no tuvieron.
El
cristiano bautizado, debía ser capaz de una vida de perfecta santidad, ya que
Dios se la ordena
Según san Agustín; Pelagio, pasa por ser un cristiano tan
excelente, que de ningún modo profesara
estas y otras ideas, que acompañan al error que rebatían, por ser perversas contrarias a la verdad cristiana.
CONDENA AL PELAGIANISMO
El avance
de los Godos sobre Roma, en el año 410, hizo que Pelagio y sus seguidores se
dispersaran.
La herejía
pelagiana fue condenada, en los concilios locales de Cartago XV y XVI en 418 d.C
y después, en el concilio universal de Eféso Actio VII del 31 de agosto de 431
d.C
Conclusión:
En los escritos de
Pelagio podemos ver su postura hacia el libre albedrio como una postura bíblica
pero lo que expone este personaje son muchos temas que van en contravía de lo
que habla verdaderamente la palabra de Dios. En primer lugar, Creo que el
aceptar esta herejía en la iglesia cristiana trae muchos problemas; porque nos
pone en un lugar, no establecido por Dios en la escritura, ya que niega que las
personas sean pecadoras y que si llevan una vida recta pueden ser salvos por
sus propios méritos; lo que deja el sacrificio de Jesús sin valor ni razón alguna.
Por ignorancia o algún problema, de una manera muy coloquial las iglesias de hoy
en día la aceptan y la enseña desde el pulpito sin saber el trasfondo de lo que
realmente es. El libre albedrio ignora
que el pecado de Adán es heredado a todos nosotros, por lo cual debemos
arrepentirnos; porque el único libre de pecado, fue nuestro señor Jesús como
narra la escritura. Lo que respecta al bautismo vemos que Pelagio propone es un
bautismo de arrepentimiento como el que hacia Juan el Bautista, lo cual cambio
para cuando Jesús recibió el bautismo, pues el mismo Juan dice que Jesús
bautiza en Espíritu Santo (mateo 3:11).
BIBLIOGRAFIA:
FR. Victorino Capanaga,
FR. Gregorio Erce, Obras de San Agustín
tomo IX, págs. 403-411
Everett. F Harrison, Diccionario de Teología, Libros Desafío,
2006, págs. 464-465
La Cueva Francisco, Diccionario Teológico Ilustrado, Editorial
Clie, 2011, págs. 471-472
Ferguson Sinclair B,
Wright David F, Packer J.I, Nuevo
Diccionario de Teología, Casa Bautista de Publicaciones, 1992, pags.729-731
Imagen Pelagio. 2014.
En internet :http://es.wikipedia.org/wiki/Pelagio#mediaviewer/File:Pelagius.jpg